Real Gone

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de Tom Waits

ANTI-

tom waits disco real gone

La carrera de Tom Waits puede dividirse en dos etapas. Sus primeros discos como crooner de medianoche, con canciones de piano bar e inspiración jazzera llenas de humo y alcohol trasnochado, y la etapa iniciada con "Swordfishtrombones" (1983) en la que dió un giro a su trayectoria a base de experimentación, deconstrucciones bluseras, instrumentación inusual y grandes dosis de Kurt Weill, Howlin Wolf y Captain Beefheart, sin olvidar nunca el carácter nocturno de sus inicios.

"Real Gone" se publicó en el año 2004 y es el disco que hizo que me enganchara a la obra del tío Tom. Tras haber publicado los discos "Alice" y "Blood Money" en 2002, Waits se marca un discazo en el que el carácter simplista, el minimalismo instrumental y el sonido lo-fi acompañan a la siempre abrasiva voz de Waits cantando historias sobre la vida y la muerte, el amor y la guerra.

Tom Waits no es para nada un artista convencional, pero en este disco se aleja de sus propias convenciones lo que se traduce en una especie de salto al vacío. Por primera vez en su carrera, se prescinde del piano como instrumento, las canciones surgen de esqueléticos ritmos creados a base de beatboxing, grabados por el propio Waits en el baño de su casa con una grabadora barata, scratches de dj, gentileza de su hijo Casey Waits, y con las guitarras como protagonistas, todo ello sobre un manto de percusiones demenciales.

Se rumorea que el disco se grabó en un antiguo granero reconvertido en estudio, acompañado de algunos de sus más fieles colaboradores. Sus amigos de Primus Les Claypool al bajo y Brain Mantia a la batería, y con Harry Cody y, el siempre sorprendente y singular, Marc Ribot, uno de mis favoritos a día de hoy, a las guitarras.

El sonido del disco es especial, áspero y distorsionado, pero a la vez directo y con mucho espacio, con un feeling muy vivo y lo-fi. De hecho, este sonido no fue del agrado de muchos de los fans de Waits que lo consideraron demasiado abrasivo. Para suerte de algunos, el disco se remezcló en 2014, limando algo de aspereza pero sin diluir el ambiente de baja fidelidad. Paradójicamente, esta remasterización tampoco fue del agrado de muchos que consideran las mezclas originales como las definitivas.

Sea como sea, a mí me parece un disco fascinante en cualquiera de sus encarnaciones. La apertura con "Top of the hill", machacona con sus beatboxing y scrathchings sin olvidar el demencial y repetitivo lick de guitarra, el latin tango de "Hoist that Rag" y la genial guitarra marca de la casa de Ribot. El blues apocalíptico de "Shake it" donde la voz cazallera de Waits nos recuerda al mejor Howlin Wolf, o el funk cubista de "Metropolitan Glide" en la que James Brown y Captain Beefhart se dan de la mano, acompañan a canciones como la folkie y antibelicista "Day after tomorrow", los diez minutos con el mejor Waits narrador de "Sins of my fader" y el rollo bluegrass de "Trampled Rose" que, años más tarde, revisitarían Alison Krauss y Robert Plant en su también estupendo "Raising Sand", son algunos de los puntos fuertes de los muchos que se encuentran en "Real Gone".

En definitiva, uno de mis discos favoritos del tío Tom a la altura de sus ya clásicos "Rain Dogs"(1985) y "Bone Machine"(1992). Lo mejor será que lo escuchéis y decidáis por cuenta propia si este disco tiene un lugar en vuestros corazones!

Saludos a tod@s!!